La Presidente Dilma Rousseff, en una entrevista colectiva, afirmó que no hay riesgo jurídico en Brasil, respondiendo a inversionistas que se quejan de una intervención excesiva del gobierno. También dejó abierta la posibilidad de reconciliación con los Estados Unidos después de las acusaciones de espionaje cibernético, pero se negó a comentar sobre el acuerdo de la empresa Telefónica para adquirir el control de Telecom Italia y sus repercusiones en el mercado brasileño de telecomunicaciones.
Dilma se presentó en la sede de Goldman Sachs, cerca de las antiguas Torres Gemelas, para hablar en un evento organizado por el banco estadounidense sobre oportunidades de inversión en infraestructura en Brasil.
“Si hay un país que respeta los contratos, es Brasil. De eso nos enorgullecemos. Creo que ya han pasado más de 20 años desde que Brasil adoptó esta práctica de respetar los contratos. Les diría que no existe riesgo jurídico en Brasil. Somos un país que ha tenido una actitud extremadamente correcta en este sentido. Está escrito, fue firmado por una autoridad brasileña, es una cuestión de Estado, no de gobierno. No importa el nuevo gobierno. El gobierno que sigue debe cumplirlo. Eso es respetar los contratos.”
Durante la entrevista, Dilma hizo un balance de su viaje a Estados Unidos. La Presidente afirmó que la relación entre Brasil y Estados Unidos es estratégica para ambos países, pero también cuestionó cómo Edward Snowden tuvo acceso tan fácil a documentos sensibles sobre Brasil durante los aproximadamente cuatro meses que trabajó como contratista para la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). “Esa es la pregunta que debe ser aclarada, no solo para Brasil, sino para varios países. Ahora, creo que la relación estratégica entre los países va más allá de eso. Creo que eso es lo que yo y el presidente (Barack) Obama queremos. Ahora tenemos que construir las condiciones.”
Brasil basará cualquier propuesta internacional para la regulación de internet en la ley del Marco Civil, declaró Dilma. “No estamos pidiendo que la ONU controle internet. No estamos de acuerdo con ese tipo de control. Estamos diciendo: ONU, preserva la seguridad, no permitas que la próxima guerra sea en el mundo cibernético.”
Sobre la reunión del martes por la noche con el presidente de Telefónica, César Alierta, la Presidente solo dijo que discutieron las inversiones que la empresa está haciendo en Brasil. En cuanto a las críticas de las autoridades brasileñas sobre una posible concentración excesiva en el mercado de telecomunicaciones, Dilma dijo que esa es una cuestión del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE). “El CADE es el que debe pronunciarse, no la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) en este caso.”
Según la Presidente, en la última década Brasil ha logrado acelerar su crecimiento y aumentar la inclusión social, en una primera fase de expansión económica, y ahora la segunda fase implica mejorar la productividad. “Esto será una condición para que sigamos creciendo e incluyendo. También es una precondición para que nos convirtamos en un país de ingresos medios y altos.” Como parte de esta nueva estrategia, también mencionó los planes del gobierno para ampliar el acceso a internet de banda ancha y la decisión del Congreso de destinar los ingresos del pre-sal a la educación y la salud. “Estos dos elementos, uno en infraestructura y otro en educación, son nuestro pasaporte para el futuro.”
Dilma aceptó la invitación del ex presidente Bill Clinton, en una reunión el lunes, para participar en un evento en Brasil organizado por su ONG, la Iniciativa Global (Global Initiative). Sobre la reunión con Cristina Kirchner, también el lunes, Dilma dijo que se discutió una agenda para el Mercosur en los próximos meses, incluyendo las negociaciones de relaciones comerciales con la Unión Europea.
