La Revolución de Mayo fue un movimiento social y político que tuvo lugar a principios del siglo XIX con el objetivo de lograr la emancipación del Virreinato del Río de la Plata (parte del cual hoy en día es Argentina) de la corona española.

Todos los eventos de la semana de mayo surgieron a partir de la discusión del 22 de mayo de 1810, cuando algunos líderes expresaron la necesidad de proclamar la independencia de España y crear una nueva nación libre e independiente tanto en términos económicos como políticos. Otro grupo más conservador argumentaba a favor de seguir bajo el dominio español debido a la incertidumbre de los acontecimientos en Europa (Guerras Napoleónicas), en parte también por sus propios intereses económicos y de poder. Un tercer grupo, de tendencia ecléctica, buscaba una nación libre e independiente, pero sostenía que ese no era el momento adecuado y que se debía esperar el desarrollo de los acontecimientos en el viejo continente. Esta última postura fue adoptada el 25 de mayo de 1810, cuando se estableció en Buenos Aires la Primera Junta, cuyos miembros asumieron el control del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. Una serie de eventos, conocidos como la Semana de Mayo, provocaron esta revolución que culminó en 1816 con la independencia de Argentina de la corona española.