Cargamentos de trigo de Argentina comienzan a llegar a los puertos de Brasil a principios de febrero, después de una suspensión en los envíos, trayendo alivio para los molinos nacionales en este momento, aunque la oferta a partir de abril sigue siendo una preocupación, según representantes de la industria.
“Ya hay tradings que están confirmando la llegada de barcos aquí para principios de febrero… El mercado está abastecido hasta marzo”, dijo a Reuters el presidente del Consejo de la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo), Marcelo Vosnika.
Argentina es tradicionalmente el principal proveedor de trigo de Brasil, pero restringió fuertemente las exportaciones en 2013, después de una mala cosecha.
Los envíos de trigo argentino estaban retenidos en los puertos por falta de autorización del gobierno la semana pasada, cuando las autoridades liberaron la exportación de 1,5 millones de toneladas de la cosecha 2013/14, comenzando con el envío inmediato de 500 mil toneladas.
Según Vosnika, que es socio de un molino en Paraná, los negocios contratados por las empresas brasileñas hasta el momento son del orden de 1,5 millones de toneladas, lo que debería permitir que ningún pedido brasileño quede retenido en los puertos argentinos.
“La cuestión es el ritmo en que se liberará el saldo de 1 millón de toneladas. Aun así, (el volumen total autorizado) es insuficiente para la demanda brasileña y pronto se reanudará la compra de trigo estadounidense en un volumen mayor”, dijo el empresario Lawrence Pih, presidente del molino Pacífico, uno de los más grandes del país.
Debido a las restricciones argentinas, Estados Unidos se convirtió en el principal proveedor de trigo para Brasil en 2013.
Brasil importó alrededor de 3,5 millones de toneladas de Estados Unidos el año pasado (en comparación con 54.500 toneladas en el mismo período de 2012), mientras que las importaciones de Argentina en el mismo período sumaron 2,5 millones de toneladas (en comparación con 5 millones de toneladas en 2012).
El problema con el trigo estadounidense es que actualmente está sujeto a la Tarifa Externa Común (TEC) del Mercosur, del 10 por ciento, además de requerir compras con anticipación debido al flete mucho más largo.
La procedencia del trigo a partir de abril, según Vosnika, “dependerá de la discusión de la TEC. Los molinos estarán mirando el costo, lo que sería más viable”.
El mercado espera que, en caso de escasez de oferta nacional, el gobierno brasileño libere una nueva cuota de trigo libre de TEC, como lo hizo en 2013.
El gobierno brasileño estima que Brasil tendrá que importar en 13/14 (agosto/julio) un volumen de 6,5 millones de toneladas, en comparación con 7 millones en el año agrícola anterior.
En la opinión de Vosnika, las importaciones de fuera del Mercosur pueden alcanzar las 3,5 millones de toneladas en 2014, “dependiendo de Argentina”.
PRECIOS
A pesar de la TEC, el trigo estadounidense es cada vez más competitivo para los compradores brasileños, dicen los industriales, debido a una caída en los precios en los últimos meses.
El primer contrato de trigo en la bolsa de Chicago acumuló pérdidas de más del 22 por ciento en 2013 y continúa cayendo, presionado por amplios inventarios globales.
“Como Chicago ha caído mucho, en el Noreste, el trigo estadounidense, incluso con la TEC, está por debajo del argentino”, dijo Vosnika.
Con la liberación de una cuota en Argentina, aunque sea insuficiente para toda la demanda brasileña, y con la caída en los precios internacionales, el año 2014 debe tener menos fluctuaciones de precios en el mercado interno en comparación con 2013.
“Aunque suba (el precio), haya escasez (de producto) en el medio del año, no será como en 2013. La variación no será muy grande. Trabajaremos con los promedios de 2014 iguales a los de 2013”, dijo el presidente del Consejo de Abitrigo.
Los precios pagados por la industria en la región de Ponta Grossa (PR), por ejemplo, alcanzaron un pico de 973 reales por tonelada en septiembre del año pasado, un aumento de más del 50 por ciento en comparación con un año antes, según datos del Cepea, en un momento de escasez del producto en Brasil y Argentina.
Incluso sin arriesgar una estimación para el aumento que el trigo, y por consiguiente la harina de trigo, puede tener en 2014, Vosnika estimó que el impacto del sector sobre la inflación no debe ser grande este año.
“En el pan, donde más impacta la inflación, la harina de trigo representa solo el 20 por ciento del costo, en promedio. Los otros 80 son energía eléctrica, mano de obra, son los costos de la panadería”, dijo.
