El ex presidente paraguayo, Fernando Lugo, ha decidido no postularse para la reelección en las elecciones presidenciales del 21 de abril de 2013, al anunciar este jueves el nombre del médico Aníbal Carrillo como candidato del movimiento Frente Grande, una coalición de pequeños partidos de izquierda.

“El candidato a presidente de la Frente es Aníbal Carrillo. En el poder, Carrillo continuará las obras que comenzamos a desarrollar hasta que los golpistas nos sacaron del gobierno”, dijo el ex obispo católico.

Lugo fue destituido de la presidencia de Paraguay el 22 de junio, después de un juicio político en el Congreso, “por su mal desempeño en sus funciones”, lo que determinó su salida y la toma de posesión del vicepresidente Federico Franco.

Después de aceptar el resultado y abandonar el palacio de gobierno, Lugo denunció su destitución, apoyado por los presidentes del Mercosur y la mayoría de la Unasur, quienes consideraron la medida como un “golpe parlamentario” y decidieron suspender a Paraguay del bloque.

Carrillo deberá buscar un acuerdo para unir el movimiento de Lugo con el de otro candidato a la presidencia, el periodista Mario Ferreiro, quien lidera el movimiento Avanza País.

Ferreiro fue inicialmente el candidato oficial del ex obispo, pero éste cambió de opinión debido a malentendidos en la formación de las listas de candidatos al Senado y eligió a Carrillo.

El ex presidente de Paraguay, partidario de la Teología de la Liberación en la Iglesia Católica, había anunciado varias veces que se postularía nuevamente a la presidencia.

La Constitución prohíbe la reelección, pero Lugo argumentó que no había completado su mandato de cinco años.

Los representantes de los partidos tradicionales, los ministros de Justicia Electoral y la prensa en general, afirmaron que una candidatura de Lugo a la presidencia sería un desafío al orden establecido, con el objetivo de boicotear las elecciones y continuar con el aislamiento que Paraguay sufre.

Lugo había declarado el 9 de octubre a la prensa en Asunción que se postularía para la reelección, a pesar de la prohibición constitucional.

Un mes antes, durante una visita a Montevideo, Lugo había informado que estaba considerando postularse como candidato al Senado en estas elecciones.