La presidente Dilma Rousseff declaró este martes (11), en Chile, que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) deben discutir este miércoles la creación de una comisión para monitorear la crisis en Venezuela.

Según la presidente, el grupo reunirá a representantes de todos los países de América del Sur para “facilitar la construcción de un ambiente de acuerdo, consenso y estabilidad en Venezuela”.

Venezuela ha enfrentado momentos de tensión desde principios de febrero, con protestas de estudiantes y opositores contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Al menos 21 personas han sido asesinadas y más de 300 han resultado heridas.

Dilma viajó para asistir a la toma de posesión de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet. Antes de reunirse con ella en la ciudad chilena de Viña del Mar, Dilma fue cuestionada por periodistas sobre la ausencia de Maduro en la toma de posesión.

La presidente minimizó el hecho e informó que los cancilleres de los países de la región se reunirán el miércoles para discutir la crisis en el país vecino. “La ausencia de uno u otro presidente no detendrá este proceso”, dijo.

Cuando se le preguntó nuevamente sobre la situación de Maduro, Dilma defendió el mantenimiento del “orden democrático” y comparó la situación con la del destituido presidente paraguayo Fernando Lugo en 2012.

“Siempre buscaremos mantener el orden democrático”, dijo Dilma Rousseff al comentar sobre la situación de Nicolás Maduro.

“Siempre buscaremos mantener el orden democrático. Como pueden ver, cuando fue el caso del presidente Lugo, hubo un momento de tensión, pero hoy ese momento ha sido superado con la participación perfecta del Paraguay con el nuevo presidente elegido democráticamente, presidente [Horacio] Cartes, que también será, por rotación, el próximo presidente del Mercosur”, afirmó la presidente.

Lugo fue destituido en un relámpago de impeachment, completado en poco más de 24 horas, desde la solicitud hasta la votación en el Legislativo, que aprobó la destitución por mayoría. Sin embargo, el proceso fue repudiado por los países vecinos, incluyendo a Brasil, que trabajó para suspender al país del Mercosur.

La presidente también comentó sobre el nuevo mandato de Michelle Bachelet, quien ya presidió el país entre 2006 y 2010. Según Dilma, la reducción de la desigualdad social es un “reto” tanto para la colega chilena como para otros presidentes de la región.

La presidente también dijo que para ella es un “momento de gran orgullo estar aquí viendo una vez más a una líder importante de América Latina asumir un país como Chile”.

Dilma defendió la ampliación de las relaciones comerciales entre Brasil y Chile. “Esto significa no solo inversiones directas de empresas brasileñas aquí en Chile, sino también de empresas chilenas en Brasil. Es integración regional. Sirve para construir un ambiente de desarrollo, inclusión social y democracia en nuestros países”, afirmó.