Para hacer de esto una realidad, la obra más importante será la draga del canal de Sangradouro, ubicado al norte de la Laguna Mirim. El superintendente de la Administración de Hidrovías del Sur (Ahsul), José Luiz Azambuja, detalla que esta acción permitirá la conexión con la Laguna de los Patos. Se espera que la draga sea licitada antes de que finalice el año y que esté terminada antes de finales de 2014. El dirigente estima que se necesitarán alrededor de R$15 millones de inversión para llevar a cabo este proyecto. Los fondos provendrán del gobierno federal. “En un año y medio queremos que esta columna vertebral esté operativa”, afirma Azambuja.
El proyecto de la hidrovía Brasil-Uruguay también contempla otras mejoras, como más dragas y señalizaciones. Sin embargo, una vez superado el obstáculo del canal de Sangradouro, ya será posible que los barcos uruguayos tengan acceso a puertos gaúchos como los de Rio Grande y Estrela. El calado mínimo de la Laguna Mirim será de 2.5 metros, adecuado principalmente para barcazas con capacidad de transportar alrededor de 3,000 toneladas de carga. El presidente de Ahsul agrega que una vez que la hidrovía esté operativa, se acelerarán los proyectos de terminales que se están desarrollando en Uruguay.
Por ejemplo, la empresa Timonsur tiene la intención de instalar un puerto en la localidad de La Charqueada, situada en las orillas del río Cebollati (un afluente de la Laguna Mirim), en el departamento de Treinta y Tres. Otro emprendedor del lado uruguayo de la Laguna Mirim es la compañía Fadisol, que tiene experiencia en la comercialización de granos como la soja, el trigo y la cebada. El grupo creó la compañía Hidrovia del Este con el objetivo de instalar un terminal en el río Taquari (también un afluente de la laguna).
Azambuja señala que posibles cargas que se enviarán a Uruguay incluyen yerba mate y azúcar, y que de Brasil vendrán soja, arroz y madera, entre otros. Solo para la implementación de la parte brasileña de la hidrovía, el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC 2) prevé una inversión de R$217 millones. El volumen de recursos está justificado, ya que una vez que se haya consolidado la “columna vertebral”, como lo describió el presidente de Ahsul, el objetivo del gobierno federal es evaluar las condiciones de otros tramos hidroviarios que puedan formar parte de esta red. En este sentido, coordinado por Ahsul y ejecutado por el consorcio Ecoplan-Petcon, se está elaborando un amplio estudio de viabilidad técnica, económica y ambiental de la hidrovía Brasil-Uruguay. El estudio abarcará la cuenca de la Laguna Mirim, la cuenca de la Laguna de los Patos, el Guaíba, la Laguna del Casamiento, los ríos Jacuí, Taquari, Caí, Sinos, Gravataí, Camaquã, Jaguarão, Uruguay e Ibicuí en territorio brasileño, y los ríos Cebollati y Taquari en el lado uruguayo.
El coordinador de este proyecto, Daniel Lena Souto, comenta que el objetivo es recopilar información sobre las características y posibilidades de las hidrovías, terminales y embarcaciones. También se recopilarán datos sobre posibles cargas a transportar y el potencial turístico. Posteriormente, este estudio servirá como herramienta para que los gobiernos puedan invertir en obras de carácter público y para que la iniciativa privada construya nuevos terminales.
