Brasil amenaza con tomar represalias contra Argentina por la compra de aviones militares.
El gobierno brasileño está molesto con la desviación del comercio provocada por las barreras argentinas y amenaza con tomar represalias contra el socio del Mercosur. Este tema podría afectar la reunión entre las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Kirchner, que se llevará a cabo el 27 y 28 de noviembre en Cardales, una ciudad cercana a Buenos Aires.
Según datos compilados por el gobierno brasileño, basados en estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de Argentina, las importaciones provenientes de Brasil han caído un 19,4% entre enero y septiembre, un porcentaje mucho mayor que la disminución del 3,4% registrada en otras fuentes.
“Si no hay una liberación, no tendremos otra opción que endurecer”, dijo una fuente del gobierno brasileño al periódico. Según esta fuente, Brasil entiende que Argentina está enfrentando problemas para pagar las importaciones debido a la falta de dólares, pero es “inaceptable” que las empresas brasileñas pierdan mercado frente a países fuera del Mercosur.
El año pasado, Brasil impuso barreras a los automóviles fabricados en Argentina y recientemente ha bloqueado la entrada de productos perecederos como manzanas y papas.
El gobierno brasileño quedó muy insatisfecho con el resultado de una reunión bilateral entre la secretaria de Comercio Exterior, Tatiana Prazeres, y el secretario de Comercio Interior de Argentina, Guillermo Moreno, que tuvo lugar en São Paulo. La expectativa de Brasil era que Argentina liberara los productos afectados por las licencias no automáticas de importación.
Moreno, sin embargo, endureció su discurso y afirmó que Brasil pierde mercado en Argentina ante otros países debido a la falta de competitividad. Para la administración de Dilma, este argumento no tiene sentido, ya que los productos ya estaban vendidos, solo les faltaba la autorización para entrar en Argentina.
Ocho sectores son los más “sensibles” en la relación bilateral: autopartes, neumáticos, calzado, textil y confecciones, muebles, línea blanca, maquinaria agrícola y carne de cerdo. En el sector textil, las importaciones de Brasil disminuyeron un 11,9%, mientras que las de otras fuentes aumentaron un 24,8%. En la línea blanca, las ventas de Brasil cayeron un 18,7%, mientras que los argentinos compraron un 53,5% más a otras fuentes.
Cuotas
La disminución de las ventas a Argentina ha afectado significativamente a la industria brasileña, que tiene dificultades para recuperarse después del impacto de la crisis global. La situación es tan grave que los empresarios brasileños prefieren acuerdos que establezcan cuotas para las exportaciones a Argentina en lugar de la falta de previsibilidad que rige actualmente en el comercio entre los dos países.
“Los acuerdos pueden ser una alternativa para dar más regularidad al comercio. La imprevisibilidad es fatal para los negocios”, dice Domingos Mosca, consultor de la Asociación Brasileña de la Industria Textil (ABIT). La entidad se reunirá con su contraparte argentina durante la reunión en Cardales para intentar establecer cuotas de exportación para algunos productos.
Algunos sectores han sido afectados durante tanto tiempo por las barreras argentinas que han optado por invertir en el país vecino para intentar equilibrar el comercio y ganar la buena voluntad del gobierno argentino a la hora de otorgar las licencias. Este es el caso de la maquinaria agrícola, en la que las empresas Case New Holland, Agco y John Deere han anunciado fábricas en Argentina.