La presidenta Dilma Rousseff pidió este martes, en la apertura de la 3ª Conferencia Global sobre Trabajo Infantil, cooperación internacional para combatir la explotación sexual y la pornografía de niños y adolescentes. Para Dilma, que habló ante miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este crimen está entre las “más perversas” violaciones de los derechos humanos.
“Señores delegados, merece nuestra principal atención una de las peores formas de trabajo infantil: me refiero a la explotación sexual y la pornografía infantil, que están entre las violaciones más abominables y perversas de los derechos humanos de niños y adolescentes”, dijo la presidenta, destacando que la lucha contra la explotación sexual de adolescentes solo tendrá éxito con una “acción firme” entre diferentes países. “Enfrentar estos crímenes solo tendrá éxito con una acción firme y coordinada de todos nosotros”, afirmó.
Dilma recordó que los países del Mercosur crearon una integración para prevenir la explotación en las fronteras. “La estrategia regional de lucha contra el tráfico de niños y adolescentes ya atiende a 15 ciudades vecinas en las fronteras entre Argentina, Paraguay y Uruguay”, afirmó, destacando también importantes cambios en la legislación brasileña para eliminar “cualquier rastro de impunidad”.
La presidenta comenzó su discurso anunciando una reducción del 67% en el número de niños entre 5 y 14 años que trabajan entre 2000 y 2012, en Brasil. “Este ritmo fue más intenso que el promedio mundial, que fue del 36%”, dijo.
La presidenta también hizo un llamado para que los efectos de la crisis internacional no recaigan sobre niños y adolescentes en el mundo. “Desde el estallido de la crisis en 2008, el mensaje de Brasil ha sido claro: la salida de la crisis no se dará mediante la reducción de los ingresos y el empleo de las personas”, dijo, recordando la creación de 1 millón de empleos formales en 2012. “El fin del trabajo infantil depende de oportunidades de ingresos para adultos y familias”, agregó.
Durante su discurso, Dilma también defendió estrategias para evitar que los adolescentes ingresen tempranamente al mercado laboral. “Somos conscientes de que se deben construir otras referencias para que el dinamismo del mercado laboral, con la oferta de empleo e ingresos a corto plazo, no lleve a los adolescentes a abandonar prematuramente la escuela para trabajar. Alternativas como un acceso más fácil a la universidad, especialmente a través de políticas de cuotas para negros, estudiantes de bajos ingresos y graduados de escuelas públicas (…) conviertan la llegada a la universidad en una nueva y prometedora perspectiva”, afirmó.
