Política interna del Paraguay dificulta el regreso del país al Mercosur
La novela sobre el regreso de Paraguay al Mercosur tenía una fecha límite. En la Cumbre de Montevideo, celebrada la semana pasada, Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela decidieron poner fin a la suspensión del país en el bloque una vez que el presidente electo, Horacio Cartes, asumiera el cargo el 15 de agosto.
Sin embargo, a diferencia de lo que había prometido durante la campaña electoral, Cartes se retractó y comenzó a exigir que la presidencia del Mercosur no fuera ejercida por Venezuela. Caracas se unió al grupo después de que se impusiera la sanción a Paraguay en junio de 2012.
¿Qué hay detrás de esta retractación de Cartes? Todos los presidentes del Mercosur elogiaron la transparencia de las elecciones paraguayas en abril de este año y felicitaron al nuevo líder por su victoria (a pesar de que algunos observadores internacionales no estuvieron de acuerdo). Incluso el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien es considerado persona non grata en Paraguay, declaró que hará todo lo posible por la reintegración. No se ha creado ninguna nueva disputa.
La nueva posición de Cartes está relacionada con la política interna de Paraguay. El Partido Colorado, que vuelve al poder después de cinco años, no quiere iniciar su gobierno bajo las fuertes críticas del Partido Liberal. Aunque ambas fuerzas son las más grandes del país, suelen aliarse, como sucedió en el caso del golpe contra el presidente Fernando Lugo en junio de 2012. Al rechazar un retorno inmediato al Mercosur, Cartes respalda la postura del presidente actual, Federico Franco, y adopta una posición conciliadora con su adversario-aliado.
Además, el Partido Colorado tiene como base electoral a la parte más rica de la población del país, que se opone al Mercosur. La élite paraguaya, que apoyó el golpe, se sintió ofendida por la suspensión en el bloque, a pesar de que no sintió los efectos de la sanción. Esto se debe a que Paraguay no ha sufrido ninguna pérdida financiera durante el tiempo que estuvo fuera del Mercosur. Por el contrario, el país ha aumentado el comercio con países vecinos en los últimos 12 meses.
Esta es una de las críticas que los diplomáticos brasileños han hecho sobre el desempeño del Mercosur. Sin sanciones financieras, Paraguay no tiene prisa por regresar a las reuniones del bloque. A partir de agosto, podría darse una situación extraña: se levanta la suspensión a Paraguay, pero el gobierno del país sigue sin participar en las reuniones.
Por lo tanto, el comercio de Paraguay con Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela probablemente continuará creciendo, aprovechando los aranceles preferenciales, y Cartes esperaría hasta el final de la presidencia venezolana para regresar al Mercosur a principios de 2014. La decisión sería satisfactoria para los colorados y los liberales en Paraguay.
Queda por ver si la decisión agradará a los demás socios del bloque, que públicamente defienden la reintegración inmediata a cualquier costo. El costo podría ser pagado por Ecuador y Bolivia, interesados en unirse al Mercosur y que probablemente tendrán sus procesos de adhesión arrastrados por Paraguay.